Dentro de las rutas que calificamos como "de agua", la Ruta da Cubela, en Quiroga, se alza como una de las favoritas para los amantes del senderismo y la naturaleza. Este sendero circular de aproximadamente 15,5 kilómetros, ofrece una experiencia completa que combina la exigencia física con la recompensa de paisajes inolvidables. Y si la visita coincide con esta época del año, la experiencia se endulza aún más, ya que es temporada de cerezas, un regalo natural que los caminantes pueden encontrar en algunos tramos del camino.

El recorrido, con una duración aproximada de 4 horas y media, presenta un desnivel de subida de 739 metros, lo que la convierte en una ruta de dificultad baja para nosotros pero con tramos que demandan esfuerzo. El punto de partida y llegada es Castro de Abaixo, una aldea perteneciente al municipio de Ribas de Sil, en Lugo.

Desde Castro de Abaixo, asciende por una pista que coincide con el antiguo Camino Sur de Santiago, también llamado Camino de Invierno. Entre campos de labor, prados y algún bosque autóctono, la subida nos aproximará hasta la aldea de Torbeo donde  se puede visitar la iglesia románica de Santa María de Torbeo (siglos XII-XIII). 

Un Paisaje Increíble Sobre el Río Sil: Detalles del Camino

En el último tramo antes de alcanzar A Cubela, aproximadamente un kilómetro antes, los caminantes se adentran en una zona escarpada conocida como Pena Tallada. Este singular paraje muestra la fuerza de la naturaleza y la intervención humana, donde la roca fue cortada en dos puntos diferentes del camino, conformando un curioso pasadizo pétreo que añade un toque de aventura al recorrido.

Poco más abajo podemos admirar la belleza del meandro de A Cubela ....quizás la razón que nos mueve a realizar esta senda cada primavera.

Tras superar este interesante punto, el camino inicia un  descenso acusado....que  se torna llano a la llegada a A Cubela, y tras completar 5,8 kilómetros de marcha.llegaremos al punto de inicio ya a nivel del río y sin dificultad...

La aldea se levanta sobre el emplazamiento de una antigua explotación aurífera. Las huellas de esta actividad minera son evidentes en las características tierras rojizas que colorean el paisaje y en la abundancia de cantos rodados, materiales que los habitantes locales supieron aprovechar sabiamente para la construcción de los cierres de fincas y las viviendas tradicionales, otorgándoles ese distintivo tono rojizo.

El pueblo de A Cubela ofrece unas vistas preciosas del Río Sil. Las piedras de las casas de A Cubela destacan por su tono rojizo, herencia de la antigua actividad minera, y la sabia combinación con la madera... creando un paisaje único y pintoresco.

Además, para reponer fuerzas y disfrutar de un momento de pausa, la ruta ofrece en este punto de una agradable parada para beber en la fuente, un remanso de frescor en medio de la caminata....